El problema que solucionó una familia gracias al feng shui.
En este post te voy a contar un problema que tuvo una familia con sus hijas por no utilizar feng shui a tiempo.
Te aclaro por si acaso que los nombres son ficticios para preservar la intimidad de la familia pero la historia ocurrió así…
Te pongo en situación.
Conocí a Lola y Javier cuando apenas comenzaba como asesora de feng shui.
Por aquel entonces, sus hijas de 10 y 11 años compartían habitación.
Lola, una madre preocupada por la salud de su familia, me llamó una mañana de otoño un poco nerviosa. Normal.
Angustiada, casi podía notar el sudor corriendo por su frente, le temblaba un poco la voz y se le entrecortaba,
me comentó que desde que pusieron a las niñas a dormir juntas en una de las habitaciones de su casa hacia ya unos meses, no paraban de ponerse malitas.
No eran niñas que tuviesen problemas de salud o con facilidad para enfermar, pero sin embargo, Lola había relacionado que esto pasaba desde que las cambiaron de cuarto.
Además, me confesó que esta situación estaba deteriorando en cierto modo la relación con Javier, y que sus discusiones eran cada vez más constantes.
Como ya sabemos, hay dos motivos de discusión en un matrimonio con hijos: la educación y el dinero.
Pues bien, a Javier le parecía una pérdida de dinero acudir a, ahora mismo no recuerdo my bien cómo lo llamó, “locos chinos” o como lo conocemos, feng shui.
Y Lola insistía hasta que dio conmigo por internet.
Intenté tranquilizarla a pesar del panorama. Pero sabía que si conseguía ayudarles con la salud de sus hijas, las discusiones con Javier acabarían.
Por no mencionar que como madre, entendía bien su inquietud. Yo misma habría movido Roma con Santiago o China con Madrid (donde viven) por mi familia.
Así que le dije que me acercaría a su casa para verificar un poco el ambiente antes de dar más pasos. Quería descartar lo que ya intuía que podía suceder.
Bien, tras esa visita y una pequeña modificación, la salud de Alicia y Rocío, las hermanas de las que te he venido hablando, comenzó a mejorar notablemente y la relación de Lola y Javier volvió a normalizarse;
o incluso fue a mejor.
Y es que estos “locos chinos”, creadores del feng shui, un arte de la vieja sabiduría oriental, tan cultos, pasaron miles de años estudiando la naturaleza humana y el entorno físico.
De sobra es sabido que el individuo medio, como tú y como yo, no tenemos tiempo para aplicar modelos científicos detallados a nuestra situación específica.
Necesitamos un conjunto de herramientas probadas y un plan para usarlas.